Vivo en la ciudad de A Coruña, pero soy de Camariñas, un pueblo situado en A Costa da Morte y conocido como la capital del encaje, de ahí mi pasión por los bolillos.
Cuando era pequeña, me encantaba jugar con mi casita de muñecas, decorándola una y otra vez con todo lujo de detalles, me sentaba mirándola, y me aseguraba de que quedase todo bien bonito, disfrutaba solo viendo cómo me había quedado. Pero como no soy de dejar las cosas a medias, esa casita tenía que estar habitada por “personitas guapas”, por lo que otra de mis aficiones, era vestir a las muñecas con la ropa que yo diseñaba y cosía con mucha ilusión. Le añadía encajes que yo bolilleaba, y hacía enloquecer a mi madre, porque le dejaba el cuarto de costura patas arriba, en busca de trocitos de tela con que coser mis diseños.
Creo que fue ahí donde nació mi amor por las “cosas posibles”. Esas que tenemos en nuestra cabeza y que haciéndola trabajar junto con nuestras manos conseguimos hacerlas realidad.
Pues esa realidad se llama Fiando Miúdo y nace a partir de un largo trayecto de idas y venidas, de una lucha constante conmigo misma por estar aferrada por buscar un trabajo al terminar la carrera, como hace la mayoría de la gente, de venirte abajo cuando ya casi te decides, pero la gente te llama loca por querer ser emprendedora… por todas estas cosas han pasado por lo menos 3 años, intentando hacer algo con mi vida y que por fin me llenase de verdad. Cuando ya me decido, nace Tomás, que con 22 meses vuelve a poner mi vida patas arriba pero ya no hay vuelta atrás, ahora si o si me vuelco de lleno en esta nueva aventura (aunque con la idea de inventar una máquina del tiempo para pararlo y ponerme a desarrollar nuevas ideas, Tomás se lo come a bocados)
¿Qué cuando empecé con todo esto? Me inicié en el encaje de bolillos a los 4 años en la Escuela Municipal de bolillos de Camariñas, luego he ido desarrollando mi vena artística, empezando como autodidacta en el mundo de la moda, pues me encanta diseñar y coser, pero finalmente me gradué como diseñadora de interiores, que es mi tercera pasión.
Me entusiasma el diseño y la restauración de muebles, me encanta innovar, diseñar, probar y mezclar materiales nuevos y ver hasta donde poder llegar con ellos.
Mi misión es utilizar el encaje tanto para la vida cotidiana como para ocasiones especiales, tanto en moda y complementos como en objetos para la decoración de interiores. Mi idea es darle otra visión al encaje de bolillos, o más bien, al Encaje de Camariñas, que es el que yo trabajo y darle un enfoque más contemporáneo, que es el que a mí me representa.
Fiando Miúdo reúne todas estas cosas que me gustan, soy yo, pero con otro nombre. Mediante el uso de esta marca intento crear productos con carácter y, con la singularidad y exclusividad de lo hecho a mano. Es una marca que ofrece productos contemporáneos creados en el taller, pero que también ofrece la posibilidad de darle una segunda utilidad a algo que creías que ya no volverías a ponerte o que has comprado, pero le quieres dar un toque de personalidad.
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